sábado, 26 de noviembre de 2011

Las entrañas del museo…

Todos  los granadinos conocemos, o por lo menos deberíamos conocer, el museo de Bellas Artes de Granada; situado en el interior del Palacio de Carlos V, en pleno complejo de la Alhambra.

Oficinas del Museo

Este museo, con diversas salas sobre el patrimonio granadino, muestra muchas de las obras que se recogieron de los conventos e iglesias de nuestra ciudad tras la Desamortización, proceso por el que se expropiaron los terrenos eclesiásticos pasando a manos del Estado, desde finales del s.XVIII hasta el s.XX.

Pasillo, a la derecha entradas a los Almacenes






Este repertorio de obras que se muestra al público es una mínima parte de la colección del Museo. Con esta entrada quiero enseñaros un poco ‘las entrañas del museo’… los almacenes de obras de arte, el taller de restauración y las distintas dependencias que hay tras esas maravillosas salas de exposición.

Nada más llegar nos encontramos con las oficinas de trabajo, donde se encuentran el personal de dirección y administración del museo.

Un pequeño pasillo nos sirve de conexión entre los distintos almacenes de obras de arte que posee este edificio. En la planta baja encontramos 4 almacenes: 

El primero de ellos es un Almacén de Pintura, con obras de pequeño y mediano tamaño. Aquí encontramos obras que en su mayoría pertenecen a los siglos XVI y XVII, procedentes de la desamortización.




El sistema de almacenaje se hace mediante unas falsas paredes metálicas que se desplazan sobre unas ruedas que enganchan en los raíles del techo. De las paredes, situadas a ambos lados, cuelgan los cuadros mantenidos por argollas de acero.






Termómetro y elementos para controlar temperatura y humedad


Estructura que sostiene las paredes metálicas

En el segundo almacén encontramos la colección escultórica, de menos extensión, debido a que después de la desamortización la mayoría de las obras escultóricas fueron devueltas a la Iglesia para ser colocadas en otros templos y así mantener su función religiosa de culto. Aquí encontramos obras importantes de Pedro de Mena o José de Mora.



El resto de almacenes están ocupados por cuadros de mayor dimensión y de obras pictóricas en papel, como grabados o acuarelas. Estas últimas obras se guardan en grandes cajoneras, manteniendo el papel en posición horizontal.
Otras obras, por problemas de espacio están colgadas en las paredes

Obra de arte contemporáneo. Vista de Granada


Subiendo las escaleras que nos llevan a la segunda planta, encuentro una de esas pequeñas granadas que tanto me llaman la atención. En este caso, la granada forma parte de un banco de madera, como decoración.

Otra de las tantas granadas de la ciudad
En la planta superior encontramos otros cuatro almacenes, en su mayoría, de obras pictóricas.

En el primer almacén encontramos un apartado para textiles. En grandes rollos se guardan tapices y telas, que una vez al año son revisados, limpiados y tratados con alcanfor. En este mismo almacén podemos encontrar mobiliario de madera, vidrieras o, como curiosidad, también vemos una pequeña escultura interceptada en un intento de venta ilegal de arte.
Rodillos que guardan los tapices
A la izquierda vemos las cajas que guardan una Vidriera de San Jerónimo; a la derecha pequeña escultura de  Marte, que iba a ser vendida ilegalmente.

En otro de los almacenes encontramos la sillería del convento de la Santa Cruz, realizada en madera, y con relieves escultóricos de santos y santas de la Iglesia Católica.



Detalle de la Santa Barbara de la sillería
El resto de los almacenes contienen obras pictóricas.





Por último, y antes de descender otra vez a la primera planta, encontramos la biblioteca, con una gran colección de libros sobre Bellas Artes, Historia del Arte, o Química, tres temas importantes en la conservación del arte.



Embalaje de una obra de arte
Una vez en la planta baja, volvemos a recorrer el estrecho, pero largo pasillo que nos lleva al Taller de Restauración, el lugar donde se realizan todos los trabajos para la conservación y recuperación de las obras de arte, que por desgracia, a veces, la encontramos en muy mal estado.

Antes de adentrarnos en ese maravillosos y 'mágico' mundo de devolver las obras de arte a un aspecto pulcro, por donde parece no haber pasado los años, vemos el modo de embalar una obra pictórica a la hora de transportarla en un recorrido de más o menos larga duración.

Tras este inciso, nos atiende la Restauradora del Museo…
Estudio de restauración
Restauradora con una obra en muy mal estado
Cambio de bastidor
Obra pictórica a la que se le acaba de cambiar bastidor y ha sido 'reentelada'

Reintegración de preparación en las lagunas o pérdidas de la policromía para poder añadir el color 
Ecce-Homo casi restaurado por completo
Visión del Ecce-Homo con Rayos Ultravioletas
Pues este ha sido nuestro viaje por las entrañas del museo... espacios desconocidos para muchos visitantes y turistas, con un gran interés para nosotros: los historiadores y amantes del arte.

3 comentarios:

  1. Pero, ¿qué se hacen luego con las obras de arte restauradas? Porque hay muchas... ¿las puede ver el público?

    Aisss, a mi me encantaría acompañarte algún día a una excursión como esa... Debe de estar super interesante...

    Un abrazo ^^

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  2. Pues las obras de arte restauradas vuelven al deposito... por normal general, debido al poco presupuesto que hay para la restauración, estas obras solo se restauran cuando van a ser expuestas tanto en las salas de exposición permanente como en las temporales.

    En ese caso se exponen, y al finalizar la exposición vuelven al depósito.

    A ver si algún día me conceden un permiso y podemos ir a ver todas las instalaciones.

    un abrazo!

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  3. Interesantísimo. Todo un munco oculto pero lleno de maravillas.
    Un saludo,

    AG

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